Washington, 10 dic (Prensa Latina) Un grupo de 13 proteínas están asociadas al declive de nuestro cerebro, demuestra un estudio publicado hoy que sugiere cómo los cambios en sus concentraciones en sangre tienden a alcanzar un pico a los 57, 70 y 78 años.
Estos resultados, en los que estudiaron a casi 11 mil adultos sanos, abren las puertas a intervenciones personalizadas para retrasar su degeneración, señala la investigación liderada por científicos chinos, publicada en Nature Aging.
En el estudio, los científicos observaron que los cambios no eran lineales con el aumento de la edad, sino que mostraban tres picos con cambios abruptos, relacionados con cambios metabólicos a los 57 años; pérdidas cognitivas y de movimiento a los 70, y fragilidad neuronal en torno a los 78.
Argumentan los investigadores que en la actualidad, rebasar los 90 años y llegar a centenario es cada vez más habitual. Pero la cuestión no es vivir más, sino conservar la lucidez y la calidad de vida a medida que envejecemos.
Uno de los factores que lo impiden son las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, cuyo principal factor de riesgo es la edad. De hecho, a partir de los 65 se duplica el número de casos cada cinco años, según datos oficiales.
Para Wei Cheng, de la Facultad de Medicina de Shanghái y lider la investigación, los puntos de inflexión los han determinado a partir de muestras humanas de plasma sanguíneo del Biobanco del Reino Unido, de las que han seleccionado 13 proteínas relacionadas con dicho declive.
Además, estas proteínas reflejan la inflamación, la regeneración celular y el estrés ligado al envejecimiento, entre otros parámetros.
Precisaron además que, en cuanto al inicio del envejecimiento cerebral en una edad tan concreta, las proteínas en el pico de los 57 años están principalmente asociadas con la inmunidad adaptativa, como el recuento de linfocitos, y con el metabolismo, dos aspectos posiblemente subyacentes del inicio del envejecimiento cerebral.